martes, 4 de septiembre de 2012


Me pregunto quién soy yo. Y cuándo sabré que realmente he llegado a mí misma. 
Ese recorrido intenso que hago hacia adentro, ese camino guiado que ando día tras día para descubrirme, a veces se ve atropellado, entorpecido, obstaculizado, a veces encuentro unas vallas imposibles de saltar…Otras sin embargo, me deslizo silenciosamente por ese sendero sinuoso lleno de belleza y despertar, fácilmente, y me uno a mí misma encontrando mi centro de vida, mi equilibrio, mi Ser.

Me pregunto quién soy yo cuando percibo que algo no está bien en mí, cuando no recuerdo mi antigua fuerza, o mis atabalados pensamientos, y me encuentro con una debilidad que no reconozco y un estado con el que no me relaciono bien. Me cuestiono en ese momento a qué estoy respondiendo, a quién estoy vibrando, con quién queda algo por  limpiar, qué asuntos me quedan por resolver y  por qué  no me acabo de sentir y no me puedo reconectar a la que yo soy. Cómo hacer para recuperar mis verdaderas historias, para no estar resonando con alguien que todavía vive en mí, o en mi cabeza, o que su frecuencia y su sistema permanece en mi espacio, cómo liberarme de sensaciones y vibraciones que no me pertenecen.
Me influencian, hay otros campos vibratorios que me influencian y entonces, me doy cuenta de que no estoy centrada en mí y en conexión total con quien yo soy, con mi esencia. Descubro que necesito dirigir mi atención hacia mi centro, hacia la percepción de mi misma.
Olvido hasta de hacer las cosas a mi manera genuina, a mi estilo, y casi podría reírme con una risa de otro, y sentirme incapaz de conectarme con mi humor, con mi alegría, y también con mi propia tristeza.   Quiero entonces regresar a esa felicidad de fondo que no se pierde a pesar de todo lo que se mueve en el exterior. Volver a mi, a ese lugar que yo solo conozco, donde me siento a salvo e íntimamente reconectada.

Me pregunto qué hay en mi mente, qué creencia o idea  me mantiene bajo esa influencia externa, qué quedó de un momento de desesperación, donde quedó mi autoridad, cómo ocurrió ese desempoderamiento, si nací así ya, si es un recuerdo de una experiencia antigua, o si todo es, simplemente, que ese es mi proceso, sagrado y único, y que las experiencias que me trae infunden en mi aprendizaje y comunión, si en realidad lo que vivo y no comprendo me hace descubrir una confianza que creo no tener y me habla de que puedo, y de que lo que se hace tan grande tan solo es porque me quedé pequeña en algún tiempo.
Cada vez que me descubro desconectada de mi verdad, y me hago consciente de ello, me pregunto cómo se me habrá ocurrido pensar que no valgo, que no soy lo bastante, que nunca lo hago suficientemente bien, o que no cuento,  cuando siento y sé desde mi Ser que permanezco en constante conexión con la fuente de vida que me nutre, que soy pura Luz yque mi luz brilla resplandeciente, aunque muchas veces no la veo y que me merezco confiar en mí, en mis cualidades, en mis recursos.
Entonces, ese cuadro pintado a mano con el tiempo, empieza a tomar color y a recobrar sentido, y, cuando me alejo, contemplo una belleza que se me olvidó y de la que formo parte, y es tan divina que me vuelvo transparente para que me pueda traspasar…


Nota.- El cuadro de  arriba, es "Mujer recogiéndose" de Olga Minardo.